Aprender historia en la Torre Orizuru, degustar de sake en Saijo o participar en la producción de vaqueros a medida en Fukuyama, son algunas de las experiencias que los visitantes pueden encontrarse en la prefectura japonesa de Hiroshima.
Conocida por su triste papel en la historia, las actividades sostenibles y tradicionales desempeñan actualmente un papel vital para el futuro próspero del turismo en la zona.
Hiroshima, capital de la prefectura que lleva su nombre, ha sido capaz no solo de reconstruirse y lanzar al mundo un mensaje de paz, sino que se muestra comprometida con un futuro sostenible.
El principal lugar de atracción de la ciudad es el Parque y Museo Conmemorativo de la Paz. Éste amplio y llano espacio de 120.000 metros cuadrados, permite a los visitantes imaginar la fuerza de la explosión atómica que arrasó la ciudad en agosto de 1945. Los restos de la Cúpula de la Bomba Atómica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son un vestigio de los horrores que la guerra inflige a la humanidad. Así, haciendo hincapié en sus nuevos objetivos de turismo sostenible, Hiroshima busca fomentar tradiciones como el origami, la fabricación textil y la elaboración de sake, para que desempeñen un papel clave en el crecimiento turístico de la prefectura.
La Torre Orizuru, fundamento de la historia de Hiroshima con un gran proyecto sostenible
Junto al Parque Conmemorativo de la Paz se encuentra la Torre Orizuru, una moderna instalación convertida en lugar de reflexión sobre el pasado y el presente de Hiroshima. Desde la azotea de Hiroshima Hills, los visitantes pueden contemplar cómo la ciudad se ha sobrepuesto de la enorme herida. En la planta 12, los visitantes pueden participar en el Proyecto Orizuru, una idea creada para difundir la esperanza y la buena voluntad en el mundo, aprendiendo a hacer grullas de origami (papiroflexia japonesa), símbolos de la paz en la cultura nipona. Dado que alrededor de 10 millones de estas grullas se donan cada año al Parque Conmemorativo de la Paz, el Proyecto Orizuru las recicla en papel de origami nuevo que se distribuye a las escuelas, donde los niños pueden doblar estas hojas nuevamente en nuevas grullas de origami en un ciclo sostenible de oraciones renovadas por la paz.
Proteger el futuro de la producción de sake
En un valle montañoso al este de Hiroshima se encuentra Saijo, una de las tres zonas productoras de sake más famosas de Japón. La producción de sake en esta área se remonta a mediados del siglo XVII, y los locales, que llevan en funcionamiento más de un siglo, animan las pintorescas calles de la zona. Desde la ciudad de Hiroshima, se puede visitar Saijo cómodamente en una excursión de un día perfecta para los amantes del sake o simplemente para quienes deseen pasear por una localidad que conserva el ambiente del periodo de Edo (1603-1868). A su llegada, los visitantes pueden unirse a degustaciones de sake mientras pasean de fábrica en fábrica.
La producción de sake de alta calidad se basa en la pureza de sus dos ingredientes principales: el arroz y el agua. Los locales tradicionales saben que el agua es la clave de su negocio, por eso, cada tienda hace una donación por cada 1,8 litros de sake vendidos, que sirve para financiar el trabajo de un grupo de voluntarios locales, quienes varias veces al año se adentran en las montañas de Ryuo para limpiar, recoger leña y hacer el carbón que finalmente se utiliza para purificar el agua.
Fukuyama, moda de lujo sostenible
Fukuyama, ciudad ubicada en la prefectura de Hiroshima, es sinónimo de producción de vaqueros. Todo el proceso de producción de este tipo de pantalones se realiza en talleres situados en un radio de 20 kilómetros, lo que convierte a Fukuyama en el lugar perfecto para vivir la experiencia de moda definitiva: producir y crear vaqueros únicos y exclusivos.
Esta experiencia de viaje de varios días se centra en el proceso de producción de vaqueros a medida, desde el proceso de teñido natural con índigo, hasta el diseño y el ajuste. Finalmente, la presentación del producto tiene lugar en una lujosa caja de madera. En la visita a la zona pueden contratarse visitas guiadas a cada planta de producción y los beneficios se destinan a una buena causa: una contribución para ayudar a sostener la industria textil local. Durante el periodo de espera de la producción, se anima a los huéspedes a explorar los bellos pueblos y paisajes de los alrededores.
Para más información sobre este destino y sus actividades visita: https://www.japan.travel/es/destinations/chugoku/hiroshima/
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Andrea Leal – aleal@cciba.net
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